Ambiente alegre y emocionado en la iglesia de San Juan de Trimbach. Es el primer Adviento, y muchas cosas son diferentes hoy que en otros domingos. Un nuevo pastor, Andreas Haag, predica a la congregación por primera vez. Y por primera vez, durante el servicio, se vacían las cajas de agradecimiento, con las que los habitantes de Trimbach apoyan el trabajo de proyectos de Mission 21 en Tanzania. El principio de las cajas de agradecimiento es sencillo: cada vez que alguien se siente agradecido por algo, echa dinero en la caja; las cajitas pueden colocarse en su casa. El dinero se destina a personas necesitadas. Los miembros de la parroquia llevan décadas cultivando la tradición de las cajas de agradecimiento, pero el hecho de que formen parte del servicio de Adviento es nuevo.
La donación ayuda - hoy y mañana
Antes del servicio, Lisbeth Öhlrichs, responsable de Trimbach, y Pia Müller, de Mission 21, preparan una gran olla. Todo el mundo en la congregación conoce esta olla; la usan para hacer sopa en los días de sopa. Hoy en día, sirve como contenedor de recogida del dinero de las cajas de agradecimiento de los Trimbach.
Durante la misa, que el párroco Andreas Haag ha puesto bajo el lema "Convertir la felicidad en agradecimiento", sabrán a qué se destina su dinero. Un cortometraje presenta a la tanzana Bahati Mshani, que creció como huérfana, estudió teología gracias a Mission 21 y ahora dirige el trabajo con niños huérfanos en su región. La voz de Bahati Mshani resuena en la iglesia cuando dice: "Este trabajo no sólo es importante para los huérfanos, sino para toda la población. Porque dentro de unos años, estos niños serán adultos. Si los apoyamos hoy, tendremos una buena sociedad mañana".
Trimbach - junto con muchas otras parroquias y donantes - está ayudando a que esto suceda. Muchas gracias.