La pandemia de Corona vuelve a golpear con fuerza a las poblaciones de numerosos países de África en una tercera oleada. Sudáfrica es uno de los países especialmente afectados. El Gobierno adoptó duras medidas de contención a finales de mayo y las ha vuelto a ampliar a mediados de junio. Las escuelas permanecen cerradas, las reuniones están prohibidas y hay toque de queda desde las 9.00 de la noche hasta las 4.00 de la mañana.
Las tres realidades agravantes de Sudáfrica -pobreza, desempleo y desigualdad- se ven agravadas por el impacto económico de la pandemia y afectan especialmente a los más pobres.
Desde el encarcelamiento del ex presidente Jacob Zuma, tras su condena por desacato al Tribunal Constitucional y su negativa a declarar ante una comisión de investigación por cargos de corrupción, han comenzado los bloqueos de carreteras y los saqueos. La situación se ha agravado en las provincias de KZN y Gauteng hasta el punto de que el presidente ha declarado el estado de emergencia y ha desplegado a los militares para que apoyen a la policía, desbordada, para evitar más violencia y detener más saqueos.
Numerosas iglesias y organizaciones cristianas, entre ellas Mission 21, piden que se interceda por el pueblo sudafricano.
►Spiegel artículo sobre la situación de Corona en el continente africano