Ante la grave crisis provocada por las inundaciones en la región del Alto Nilo, en Sudán del Sur, Mission 21 ha anunciado medidas decisivas para apoyar a las comunidades afectadas.
Desde septiembre de 2023, las inundaciones estacionales han afectado a más de 900.000 personas, desplazando a más de 420.000 y causando graves daños a las infraestructuras y brotes de enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera.
La crisis se agravó recientemente con la apertura de la presa de Jinja, en el lago Victoria (Uganda), que provocó una salida masiva de 2.400 metros cúbicos de agua por segundo hacia Sudán del Sur. Una vez más, las familias perdieron sus hogares y tuvieron que huir a tierras más altas, donde carecen de recursos básicos.
"La situación es grave y requiere una respuesta rápida", subraya Dorina Waldmeyer, responsable de programas en Sudán del Sur de Mission 21. La organización proporcionará ayuda de emergencia, incluida la distribución de alimentos y bienes de primera necesidad. Se instalarán campamentos provisionales con agua potable, instalaciones sanitarias y servicios de salud para contener la propagación de enfermedades.
También están previstas medidas a largo plazo, como la reconstrucción de viviendas, el restablecimiento de los medios de subsistencia y la reparación de las infraestructuras dañadas. De especial importancia es la promoción de prácticas sostenibles de gestión de la tierra y el agua, así como la inversión en preparación para catástrofes y formación en prevención de inundaciones a nivel comunitario.
Mission 21 pide ayuda internacional para hacer frente a la creciente crisis humanitaria en Sudán del Sur y crear resiliencia a largo plazo ante los desastres relacionados con el clima.
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