Sudán del Sur

En Sudán del Sur, uno de los objetivos de Mission 21 es la consolidación de la paz. Además, Mission 21, junto con su iglesia asociada, apoya a la población con proyectos para mejorar la educación escolar y profesional, así como en el ámbito de la soberanía alimentaria.

Construir la paz en medio de la guerra

La consolidación de la paz es fundamental en la situación actual de Sudán del Sur: Sudán del Sur sufre un grave conflicto desde 2013, que volvió a estallar en 2016. La guerra civil se ha cobrado hasta 600.000 vidas. Alrededor de 4,2 millones de habitantes se vieron obligados a huir de ataques, masacres, violaciones y destrucción.

En septiembre de 2018 se firmó un tratado de paz. Pero la paz es frágil. La situación también sigue siendo políticamente tensa. Las elecciones previstas para diciembre de 2024 volvieron a aplazarse recientemente, a diciembre de 2026. El gobierno del presidente Salva Kiir y su rival político Riek Machar siguen sin ponerse de acuerdo sobre la aplicación del acuerdo de paz, lo que significa que la estabilidad política y los procesos democráticos siguen aplazados.

A esto se suman los efectos de la guerra que asola Sudán desde abril de 2023. Desde entonces, más de 750.000 personas han cruzado la frontera hacia Sudán del Sur. Se trata de sursudaneses retornados y también de refugiados de Sudán, entre ellos muchas mujeres y niñas. Son especialmente vulnerables, ya que el riesgo de violencia sexual aumenta en tiempos de conflicto. Las condiciones de vida son precarias: los refugiados viven en refugios improvisados en la ciudad de Renk o están en tránsito.

La construcción de la paz y el trabajo de reconciliación son, por tanto, más importantes que nunca. Las iglesias desempeñan un papel importante para lograr la reconciliación en una sociedad dividida. Mission 21 apoya el trabajo de su iglesia asociada, la Iglesia Presbiteriana de Sudán del Sur (PCOSS), y de la Federación de Iglesias de Sudán del Sur. El trabajo del proyecto promueve el desarrollo de relaciones no violentas y justas más allá de las fronteras étnicas y religiosas. La labor de traumatología y reconciliación ayuda a las personas a afrontar lo que han vivido sin reaccionar con nueva violencia. Mission 21 también apoya al país con ayuda humanitaria.

El hambre asola al pueblo

Incluso antes de la guerra, la situación alimentaria era precaria. Siete millones de personas en Sudán del Sur dependen de la ayuda humanitaria. La situación se agrava aún más por las condiciones meteorológicas extremas, especialmente las inundaciones. Esto está provocando un nuevo aumento de la escasez de alimentos y la subida de los precios. Las organizaciones humanitarias advierten de que más de siete millones de personas están gravemente amenazadas por el hambre y necesitan urgentemente ayuda de emergencia. Los niños menores de cinco años están especialmente amenazados.

Educación para el futuro

Nuestra iglesia asociada, la Iglesia Presbiteriana de Sudán del Sur (PCOSS), con sede original en la región del Alto Nilo, fuertemente afectada, actúa allí donde están sus miembros, aunque hayan tenido que huir a otras partes del país. Los refugiados se encuentran principalmente en la capital, Juba, y en campos de refugiados alrededor de la frontera con Sudán del Sur. Con una flexibilidad impresionante, la iglesia ha reanudado sus proyectos allí. Está prestando ayuda con gran compromiso, especialmente en el trabajo de paz, reconciliación y trauma y en la educación, pero también en la soberanía alimentaria o en la formación de parteras y pastores como futuros pastores y embajadores de la paz.

La creencia en la paz y la reconstrucción

La Federación de Iglesias de Sudán del Sur (SSCC), con sus siete grandes iglesias miembros y organismos intereclesiásticos, llega a la gente de todo el país, incluso a nivel de base. Las iglesias son la única institución que todavía goza de la confianza de la población y transmite el ejemplo de una vida de unidad y reconciliación a través del trabajo de las congregaciones y los proyectos. De este modo, nuestras iglesias asociadas contribuyen de forma significativa a que la población de Sudán del Sur no se rinda y pierda la fe en la paz y la fuerza para la reconstrucción.