"En Perú y Bolivia, los sistemas de salud han colapsado. Esto también tiene graves consecuencias para los beneficiarios del trabajo de los proyectos de Mission 21. Los estudiantes que acaban de hacer un examen o sus familiares están muriendo", dice preocupada Katharina Gfeller en una entrevista con reformado. El hambre también se ha convertido en un grave problema en estos países. Mission 21 ya había invertido en seguridad alimentaria antes de la pandemia a través de su proyecto en Perú y Bolivia. Ahora hay que ampliar estos proyectos, porque los alimentos son cada vez más escasos. Sin embargo, un problema para Mission 21 y otras organizaciones de desarrollo es que las donaciones también están cayendo en picado como consecuencia de la pandemia. Especialmente ahora, cuando la necesidad de muchas personas en todo el mundo está aumentando.
"En general, esperamos un descenso de las donaciones en los próximos años, ya que la crisis pandémica también tiene consecuencias económicas en Suiza", afirma Katharina Gfeller. Sin embargo, la Misión 21 sigue presente y activa sobre el terreno. Por ejemplo, desde el comienzo de la pandemia, Mission 21 ha apoyado las medidas de Corona y la ayuda de emergencia de sus iglesias y organizaciones asociadas. Por ejemplo, la Iglesia Presbiteriana de Sudán del Sur distribuyó artículos de higiene y alimentos a personas afectadas por la pobreza severa.
En la entrevista, Katharina Gfeller también aborda el movimiento "Black Lives Matter", que ha cobrado fuerza en 2020 y llama la atención sobre el racismo. Para Mission 21, las asociaciones a nivel de los ojos son importantes y centrales. La diversidad de perspectivas y voces es importante para la cooperación al desarrollo sostenible. Katharina Gfeller subraya: "En los próximos años, trabajaremos con nuestros socios para que su participación sea aún más activa".
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