Durante años, una guerra civil hizo estragos en Sudán del Sur. La paz se selló sobre el papel en otoño de 2018. Pero está lejos de haber llegado a la población. La población sigue sufriendo los brutales combates entre grupos étnicos enfrentados. Innumerables personas han perdido a sus familias. Sus casas han sido saqueadas y quemadas. Todos tienen miedo de los demás.
Las iglesias son una autoridad neutral en este conflicto. También lo es la Iglesia Presbiteriana de Sudán del Sur (PCOSS), que también desempeñó un importante papel en las negociaciones de paz entre los rebeldes y el gobierno. Personas como Peter Gai, presidente del PCOSS, tienen una importante función de modelo para volver a unir al pueblo de Sudán del Sur.
Las dos activistas Elizabeth Nyayuk y Elizabeth Deng también participan activamente en el trabajo de paz y trauma del PCOSS. Pertenecen a grupos opuestos y, sin embargo, son amigos. Juntos ayudan a las personas, independientemente de su origen étnico, con suministros de socorro y apoyo psicológico. También organizan reuniones para personas de grupos hostiles. Las dos mujeres son también importantes modelos de coexistencia pacífica y refuerzan la confianza y la compasión de la población de Sudán del Sur en ambas partes.
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