El incidente ocurrió el 5 de agosto en un suburbio de Maiduguri, capital del estado de Borno. Una unidad de la agencia del Sistema de Información Geográfica del Estado de Borno (BOGIS) se dirigió al recinto de la EYN (Iglesia de los Hermanos) en ese lugar y comenzó a demoler el edificio de la iglesia. Las fuerzas de seguridad respondieron a la protesta de los presentes con disparos. Un hombre de 29 años murió y otros cinco resultaron heridos.
El acto de violencia desencadenó manifestaciones entre la población. La asociación nacional de iglesias cristianas, Christian Association of Nigeria (CAN), también formuló una enérgica protesta. Dos días después de la muerte, el presidente, el obispo Naga Mohammed, celebró una conferencia de prensa y exigió que los responsables de la muerte del joven fueran llevados ante la justicia y que se reconstruyera la iglesia de EYN, así como otras tres iglesias que fueron demolidas por la agencia.
Más posibilidades de conflicto en la conflictiva región
Los acontecimientos demuestran que la tensión es alta en el estado de Borno, el más nororiental de Nigeria. Durante años, la región ha sufrido los ataques y la violencia de la milicia terrorista islamista Boko Haram.
Con la demolición de cuatro iglesias, así como (según los periódicos locales) de mezquitas, surge un resentimiento adicional en la región. Al parecer, las normas legales del estado dificultan el registro oficial de las iglesias y las salas de oración. La destrucción de los espacios comunitarios religiosos supone ahora un agravamiento de la situación.
Lucha por la coexistencia pacífica
Por otro lado, la mayoría de los cristianos y musulmanes de la región (son mayoría en este estado) se esfuerzan por convivir pacíficamente.
La EYN, iglesia asociada a Mission 21, se considera una iglesia de paz y aboga por una cooperación constructiva más allá de las fronteras religiosas y étnicas. El domingo 8 de agosto, los miembros y los asociados a la iglesia dieron un ejemplo apropiado. Se reunieron en el lugar de la iglesia destruida para rezar pacíficamente.
Texto: Christoph Rácz, Foto: zVg
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