Está considerada una de las diez mujeres más influyentes de Indonesia: la psicóloga Alissa Wahid, cofundadora de una red que promueve los derechos humanos, el entendimiento interreligioso y la democracia. Alissa Wahid es también colíder de la mayor asociación musulmana del mundo. El jueves 17 de agosto pronunciará el discurso inaugural del Foro Internacional para la Construcción de la Paz Interconfesional y Transcultural de Mission 21. Hemos podido entrevistarla en vísperas del acto.
Señora Wahid, el foro trata de la influencia de la fe en la consolidación de la paz. ¿Cómo ve usted el papel de la fe?
Para mí, la fe significa defender valores y principios como base de la convivencia. La fe es la fuente de adquisición de valores para configurar la vida. Esto incluye también el principio de respetar otras religiones y formar una sociedad pacífica y unida. A menudo experimento que los conflictos supuestamente religiosos tienen que ver en realidad con el poder y la influencia. Reflexionando sobre los valores de los principios, reconocemos los puntos en común de las religiones.
¿Qué valores son fundamentales para usted?
La justicia desempeña un papel central en la búsqueda de la paz. En el Islam, el diálogo tiene un gran valor para alcanzar una actitud común, un acuerdo. Sólo cuando hay justicia en una sociedad podemos esperar una coexistencia pacífica. La paz sin justicia es una ilusión.
Cuando se encuentran diferentes ideas de fe, ¿qué es importante para que el diálogo interreligioso tenga éxito?
Depende del contexto. En Indonesia, por ejemplo, los valores generales se sitúan por encima de los valores individuales. Por eso es importante dar gran importancia a los derechos humanos y la democracia. Las diferentes doctrinas dentro de las religiones pueden provocar conflictos. En este caso, debería ser posible introducir los valores fundamentales.
También es importante tener una visión diferenciada de la democracia. En países como India, Indonesia o Myanmar, donde una comunidad religiosa constituye la gran mayoría, esto no debe conducir a la opresión de las minorías. Eso sería una burda simplificación de la democracia.
Usted mismo tiene una gran influencia en Indonesia, como colíder de la organización musulmana Nahdlatul Ulama, con unos 40 millones de miembros. ¿Cómo utiliza esta influencia en favor de la coexistencia pacífica?
Lo veo como una oportunidad cuando los líderes religiosos tienen buenas relaciones con los cargos políticos, especialmente si tienen la misma afiliación religiosa. Esto brinda la oportunidad de llevar a la política los valores que he mencionado. Este intercambio debe tener como objetivo mejorar la vida de la gente.
También es cofundadora de la Red Gusduriana, activa en más de 100 ciudades. Cuáles son sus objetivos con esta organización?
Con esta red queremos trabajar por una sociedad justa desde la base. La humanidad y la justicia son los valores más importantes que difunde nuestra red. La espiritualidad es necesaria para motivar a la gente a luchar por la justicia. La red debe ser un lugar seguro para el encuentro y el intercambio. Queremos promover el entendimiento interreligioso, fortalecer una cultura de respeto y llevar estos valores a la política local.
Por cierto, la red se llama "Gusdurian" por mi padre, el ex presidente de Indonesia, Abdurrahman Wahid; su apodo era Gus Dur. Trabajó por el entendimiento interreligioso y los derechos humanos, incluso contra una oposición a veces masiva en política. En la red trabajan muchas personas que continúan y desarrollan sus ideas.
Estamos encantados de que inaugure el Foro Internacional Mission 21 como ponente principal, ¿cuál es su motivación para aceptar la petición?
Para mí es un honor participar en este foro. Para mí, lo importante no es el tamaño de una organización, sino que sea activa y tenga experiencia. Mission 21 trabaja con organizaciones y grupos interconfesionales comprometidos en Indonesia, lo que me parece muy impresionante e importante.
Entrevista: Christoph Rácz; Imagen: zVg
