La pandemia ha exacerbado los contrastes sociales en todo el mundo, señala la profesora de teología Isabel Apawo Phiri en su presentación del viernes por la tarde. Covid-19 ha provocado un aumento de la violencia doméstica y, sobre todo, las personas desfavorecidas ven más amenazada su existencia que antes.
El Consejo Mundial de Iglesias (CMI), en particular, se ha comprometido a hacer frente a las consecuencias de la pandemia. Isabel Phiri explica cómo el CMI ha reorientado su trabajo a nivel internacional para que las iglesias de todo el mundo se comprometan a afrontar los retos que la pandemia plantea a la salud, la situación social y la atención pastoral. Isabel Phiri espera que el desafío de la pandemia despierte la voluntad de un verdadero cambio y compromiso social. El Sínodo agradece su comprometida presentación con un prolongado aplauso.
Perspectivas de las mujeres y los jóvenes
Ya por la mañana, el Sínodo trató diferentes aspectos de la vulnerabilidad y la curación. Se introdujeron y trataron los impulsos desde cuatro perspectivas, que provienen del trabajo actual de Misión 21.
Desde Asia, Vistamika Wangka, directora del refugio de emergencia para mujeres de Hong Kong, aportó el punto de vista de las mujeres que sufren violencia. Especialmente para las mujeres que han sufrido en su vulnerabilidad, un lugar seguro proporciona el marco crucial para experimentar la curación. El refugio de emergencia para trabajadoras domésticas migrantes sin hogar les ofrece la oportunidad de dejar atrás el miedo existencial y comenzar el proceso de curación y empoderamiento al convivir con otras personas que sufren.
La curación y el empoderamiento son experimentados por los jóvenes que han sufrido la violencia de la guerra a través del procesamiento del trauma; de esto habló Blessing Fomuso en su presentación con un enfoque en la perspectiva de los jóvenes. Explicó que la vulnerabilidad es un requisito previo para afrontar el trauma. Experimentar y lidiar con el dolor puede ser una fortaleza.
Teología y medicina - Perspectivas de curación
Para Ruth Vindas Benavides, pastora costarricense, el estado actual del mundo ofrece una visión sin tapujos de la vulnerabilidad como seres humanos. Ante tanta destrucción y mala vida que hemos hecho como humanidad, es urgente un cambio. También en teología, dice, tenemos que aprender a utilizar los cinco sentidos para volver a controlar nuestra vida, dejar atrás nuestra estupidez y darnos cuenta de que hemos cometido errores: la realización desde el sufrimiento.
En su cuarta presentación, la pastora Astrid Fiehland van der Vegt, de Davos, también expresó la esperanza de que el dolor pueda conducir a la comprensión. Especialmente en Suiza, tenemos seguros contra casi todo, no sólo contra la enfermedad y la invalidez. Astrid Fiehland explicó que, a pesar de todos los seguros, tenemos que admitir que en la vida no nos libramos del dolor, la pérdida, el fracaso, la enfermedad y la muerte, y también vio esto como una oportunidad.
Discusiones de grupo enriquecedoras
En el trabajo de los talleres con estos discursos, los delegados también se dedicaron especialmente a la cuestión de cómo podemos contribuir, como Misión 21, a un mundo más justo. Las respuestas fueron: Las iglesias deben percibir a las personas de forma integral, y es importante reforzar la empatía y la solidaridad, porque sólo así se puede aceptar la vulnerabilidad. El consuelo genuino requiere que se vea y se reconozca el dolor de la otra persona. Y en el plano político, hay que abordar la vulnerabilidad de los grupos de población desfavorecidos para que sus necesidades se tengan en cuenta en las decisiones políticas.
Así, las presentaciones reunieron numerosas declaraciones alentadoras que desembocan en el trabajo de Misión 21.
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