El Colegio Teológico CTE de Chile celebró su 60 aniversario a finales de octubre. Durante el servicio festivo, Karl F. Appl, el Presidente de la Misión de Basilea, recibió un doctorado honoris causa, y la Misión 21 fue honrada por su compromiso.
La Facultad de Teología de la Comunidad Teológica Evangélica de Chile (CTE), en Santiago de Chile, se fundó en 1964. Patrocinada por cinco iglesias protestantes, la CTE es el único centro ecuménico de formación de este tipo en Chile. Se caracteriza por proporcionar a los pastores una sólida formación teológica que aborda críticamente las cuestiones sociopolíticas. Desde los años 70, el CTE está asociado a la Misión de Basilea y, posteriormente, a Mission 21.
A finales de octubre de 2024, el CTE celebró su 60 aniversario, entre otras cosas con un servicio festivo. En este contexto, se rindió homenaje a personas y organizaciones que apoyaron la labor de la universidad o actuaron en su nombre, incluidos empleados ecuménicos de Misión 21. Karl F. Appl, Presidente de la Misión de Basilea (y Vicepresidente de Misión 21 hasta 2023), recibió un doctorado honoris causa en esta ceremonia por sus grandes servicios. Fue profesor del CTE de 1990 a 1997 y también decano durante un tiempo. Mission 21 como organización también fue galardonada por su compromiso.
Un compromiso que sigue teniendo impacto
Estamos encantados de recibir estos honores. Demuestran que el vínculo sigue siendo fuerte, a pesar de que Mission 21 pondrá fin a su cooperación en Chile a finales de año debido a la necesidad de centrarse más en el trabajo programático.
La presencia de la Misión de Basilea y la Misión 21 en Chile desde los años 70 ha dado lugar a profundas amistades y redes de solidaridad que seguirán apoyando la labor de la CTE en el futuro. Lo mismo ocurre con el Servicio para el desarrollo y la educación comunitaria (SEDEC) en Concepción, que forma parte de la obra social de la Iglesia Metodista en Chile.
El personal ecuménico de la CTE ha contribuido a una sólida formación teológica de las iglesias protestantes de Chile y ha trabajado en comunidades afectadas por una grave pobreza para promover una iglesia solidaria.
En Concepción, la incansable labor de Solveig Schrickel en la medicina herbal mejoró la autodeterminación y la salud de las mujeres y sus familias más allá de sus propios esfuerzos.