Las medidas contra la pandemia de Corona también han llevado a una virtual paralización de la vida económica en Perú. Martin Blum, empleado de la Misión de Basilea y de Misión 21 en Perú desde hace mucho tiempo, lo ve con preocupación.
El gobierno proporciona una generosa ayuda alimentaria a gran parte de la población. Pero ahora hay muchos desempleados y es de temer que la tasa de pobreza vuelva a aumentar. Esto es especialmente lamentable porque la pobreza se ha reducido del 50% al 20% en las últimas décadas.
Confianza en el pueblo andino
Sin embargo, Martin Blum confía en que la capacidad de recuperación de la población andina es tan grande que conseguirá levantarse de nuevo tras este difícil momento. La solidaridad es una característica importante de la población.
Esto se nota ahora especialmente en el ámbito interreligioso, subraya Martin Blum. A mediados de mayo se celebró en Lima, capital de Perú, una intercesión interreligiosa en la que se unieron iglesias y religiones. Esto, dice Martin Blum, es una importante señal de solidaridad también con las familias que sufren y por el bien común.
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