Elfrantin de Haan tiene lágrimas en los ojos. Pero su voz no tiembla. "Cada semana, la gente vuelve a casa en ataúdes", dice, "y si todavía están vivos, algunos están muy heridos. Hace poco, una mujer volvió sin manos ni pies. Otra grita en su sueño cada noche".
Violencia y tráfico de personas
Elfrantin es pastor en Timor, una de las regiones más pobres de Indonesia. Las mujeres de las que habla son emigrantes que abandonan su tierra en busca de ingresos. Van a Hong Kong o a Malasia como trabajadoras domésticas, por ejemplo, y muchas tienen experiencias terribles allí. No es raro que no reciban dinero por su trabajo, y muchos se convierten en víctimas de la violencia o la trata de personas.
Las relaciones con las personas son la mayor motivación
El problema es enorme. ¿Qué puede hacer una pastora como Elfrantin de Haan al respecto y qué la motiva a defender los derechos de estas mujeres? "Para mí siempre fue un sueño ser pastor", responde Elfrantin a esta pregunta. "Con el tiempo, me di cuenta de que no se trata sólo de predicar o rezar, sino sobre todo de establecer relaciones con la gente". Estas relaciones la motivan cada día. Su trabajo la puso en contacto con los problemas de la migración y la trata de personas, y no puede ni quiere mirar hacia otro lado.
Informes en actos públicos
Elfrantin de Haan es la primera de las muchas mujeres y hombres que hablarán de su trabajo y motivación en la Casa de la Misión el 28 de junio. En torno al evento, se celebrará un taller de varios días de duración sobre el tema de la sostenibilidad en la labor de promoción. Se trata de cómo la defensa de los derechos humanos de las mujeres puede tener un impacto a largo plazo. El taller está organizado por la unidad de personal de Mission 21 "Mujeres y Género", y los participantes proceden de países de África, Asia y América Latina.
Cuentas de Tanzania
Una de ellas es Mary L. Kategile. Al igual que su colega de Indonesia, la pastora de Tanzania cuenta su motivación: "En mi familia siempre se trató bien a las mujeres", dice, "pero yo vivía en una región remota y vi que la gente de mi entorno trataba a las mujeres como personas de segunda clase". Esta contradicción le preocupaba de niña; ahora, como profesora universitaria de teología, forma parte de su trabajo combatirla. Una experiencia personal profundizó su motivación para defender los derechos de las mujeres: "Cuando me quedé viuda, ocurrió algo que nunca hubiera creído posible: la familia de mi marido quería quitarme todo lo que tenía. Esto es una realidad para muchas mujeres, pero no esperaba que me pasara a mí.
Mary L. Kategile, Tanzania
Actividades políticas en Chile
Los relatos de Elfrantin de Haan y Mary Kategile se complementaron con otros muchos. Los hombres también describieron su motivación. El chileno Raúl Rosales Careño, por ejemplo, también teólogo, habló de las actividades políticas de las estudiantes comprometidas con un sistema educativo libre de violencia de género y que cuentan con mucho apoyo en la sociedad.
Raúl Rosales Careño, Chile
Gracias a los numerosos informes, la velada proporcionó una visión más profunda de la labor de defensa de Mission 21 y sus socios en Asia, África y América Latina.
Texto y fotos: Miriam Glass, Relaciones Públicas Misión 21